Manhwa, ¿qué es este famoso término?

¿Qué significa Manwha?

En las últimas décadas la cultura oriental se ha ido popularizando paulatinamente en occidente gracias al cine, la televisión, los cómics y otras tantas facetas. Sin embargo, entre el público juvenil dos términos muy concretos han calado muy hondo alcanzando en los últimos años su máxima popularidad: manga y anime.

Tradicionalmente en occidente, estos dos términos nos han servido para referirnos de una manera general a todo cómic y serie de animación proveniente de oriente y fundamentalmente de Japón, pero en los últimos años se está popularizando un nuevo término: manwha. ¿Sabes a qué se refiere este término?

Manwha es la pronunciación de la palabra coreana Hanja, que viene a ser el término general que utilizan los coreanos para referirse a los cómics. Lo que ocurre aquí en España para la palabra tebeo que, aunque proviene del nombre de una antiguamente popular publicación, aún se emplea para referirnos a los cómics en general. No obstante, fuera del territorio coreano la palabra manhwa se ha erigido como el término mediante el cual nos referimos genéricamente a las historietas cuyo origen está en Corea. De este modo, cabe diferenciar entre manga, origen japonés, y manwha, origen coreano.

Elementos diferenciadores del Manwha

A ojos del no iniciado en el mundo de los cómics puede no haber ninguna diferencia entre un manga y un manhwa, pero no sólo las hay, si no que son grandes diferencias que los hacen fácilmente distinguibles para cualquier persona que se interese mínimamente.

La principal diferencia reside en su sentido de lectura. Mientras en el manga debemos leer siguiendo el sentido oriental de derecha a izquierda, el manwha emplea el sentido occidental de izquierda a derecha. De igual manera, otra diferencia que salta a primera vista, es su predilección por estar editado en color frente al blanco y negro tradicional del estilo japonés.

Por otro lado, entrando en más detalle nos encontraremos un estilo de dibujo donde la cara y los ojos son frecuentemente exagerados en un formato caricaturesco, mientras que el cuerpo es más realista en proporción. Además, existe la peculiaridad de que al publicarse en occidente no se suelen traducir las onomatopeyas conservando de esta forma los caracteres del alfabeto coreano.

Por último, un detalle a priori obvio, pero apenas perceptible para el no iniciado, se haya en los nombres de los personajes y de los autores, ya que obviamente, salvo excepciones, serán nombres coreanos.

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